Cinco años después de los eventos de Jurassic World Dominion, la ecología del planeta ha demostrado ser, en su mayoría, hostil para los dinosaurios. Los pocos que quedan habitan en entornos ecuatoriales aislados, con climas similares a aquellos en los que alguna vez prosperaron. En ese ecosistema tropical, tres de las criaturas más colosales guardan la clave para un fármaco que podría traer beneficios milagrosos para la humanidad.